De tragedias aprendimos y de tragedias aprenderemos, puedo crear un vinculo como casi todos los lectores hacía esas situaciones de terceros que hasta te pueden poner la piel de gallina con solo escucharlas; no hace falta verlas, sino que con solo saber lo que pasa te envuelve entre las pieles de los protagonistas hasta que tu respiración sofocante se hace incontrolable, y entonces allí en ese corto segundo te das cuenta que tu vida no es tan mala, que no "apesta", que no sufres lo que en realidad sufres por tus redes sociales. Y es que aquel hombre que veo casualmente por ahí, conocido y de manos estrechadas, es un ejemplar del áspero perro faldero que llamamos sociedad, sujeto al que podemos mirar con una sonrisa amable pero con ojos cansados. Ese hombre humilde, que le es infiel a su vida propia con la esperanza de triunfar en un mundo tan truncado como el del arte, tan agridulce que así como te puede tragar, te puede escupir violentamente y dejar tu mente en un estado de paraplejia, allá, en los confines de la frustración.
Alto, un poco descuidado, alegre y sociable, este señor que ronda por los 40 y tantos tiene la habilidad de caerle bien a cualquiera en pocos segundos, no conozco su procedencia ni tampoco su pasado, solo conozco su nombre y su meta: llegar. Sus ojos conservan la tristeza y las dificultades que día a día chocan con su cuerpo; una madre en estado vegetal, divorciado y sin casa, el conserva guiones, de cortometrajes y películas, al estilo más amateur pero que son de su autoria, siempre con una critica social esperando despertar en las personas conciencia alguna en sus "evolucionadas" mentes, los tiene por ahí redactados en papel, pagando una maquina en su centro de internet, buscando el momento, mostrándolo a diferentes productores de categoría avanzada, "gente del medio" que les cierra las puertas, por tener fallos, por no ser "suficiente", por que hay que mejorarlos, etc... Pero el, con aproximadamente mas de una década en su espalda, no acepta un "NO" como respuesta, y sigue su estrecho camino, esperando llegar donde tanto anhela. El arte está ahi y quiere saber cómo salir, una voluntad que no existe en todo el mundo y un amor por ese mundo que no se detiene ni con la más difícil caída. Dormir en el humilde negocio de su ex-esposa por las noches no lo detiene de soñar, ni lo detendrá.
La esperanza es lo último que se pierde, dicen por ahí. Yo no lo sé, yo nunca la he tenido, quizá deba aprender algo de el, porque de tragedias aprendimos y de tragedias aprenderemos.
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