Para escribir, siempre me apoyo de un extremo de mi mente y empiezo a convertir las sensaciones en palabra para todo publico, está de más mencionar, que mi experiencia para redactar ideas es nula, pero de alguna forma, a algunas personas por no decir a todos los que me leen, les agrada. Asimismo, estos escritos que parten de un pensamiento simple se tornan interesantes y desarrollan ideas básicas de manera armoniosa. Escribir, o mas bien, la literatura en general, nunca ha sido mi fuerte. Empezando desde el principio: clases de Lengua Española en la escuela. Cuando pequeño no era muy aficionado, es más, hasta me daba igual como a muchos otros en esa época; y aunque en algún momento la encontraba fácil, se tornaba complicado a la hora de tocar ciertos temas a profundidad y solo creaban en mí aburrimiento y desinterés por la materia.
En bachiller le encontré el gusto por la metáfora y sus ramas, cosas que apenas hoy en día recuerdo, pero me llevó al punto de estudiar aun en vacaciones y perfeccionar lo que sería un léxico criado en zonas de poca riqueza en la expresión. Al momento de creerme un tanto preparado, y pasando por un momento "triste" adolescente al fin, me enfoque en la poesía en verso libre, justificando así mi vagancia por la métrica tradicional, y que me daba comodidad al expresarme. Escribía de todo un poco, desde el amor que tenía hasta el que poseían los demás, me alimentaba de las experiencias de otros para inspirarme y desarrollar un sentir que no cargaba encima, pero si poblaba a los que los leían y sabían que estaban basados en ellos y su derroche. Para el trabajo final del 2do de bachiller en Lengua Española, se nos asignó crear un libro. ¿Yo? listo, solo debía sacarlos de aquellas hojas que andaban volando en mi mochila y en mi habitación, digitarlas e imprimirlas; ese libro lo llamé "Eclipse". Mi profesora de aquel entonces quedó encantada y me motivó a que siga alimentando mis escritos. A los dos años, en 4to de bachiller, nos tocó hacer otro libro para las finales y volví a escribir, esta vez, perfeccionando mi verso y enfocándome en las sensaciones. Ese libro se llamó "Experiencias".
Junto con esa época también escribía canciones, mayormente de rap, románticas o de crítica social, a mis compañeros del medio les gustaba, aunque a mi sinceramente, nunca me pareció la gran cosa, en especial mi voz, mi forma de cantar, no transmitía de la forma que yo quería, y por eso con el tiempo lo abandoné, nunca deje de escribir lírica, y eso lo pueden ver en la maqueta de música que hice este año ( Puedes escucharlo dando click aquí ) Allí me concentro en la burla a la sociedad y pensamiento arcaico que rige nuestro presente, tanto en la isla como en el resto del mundo. Este proyecto, que por cierto ha sido mi favorito hasta ahora, carece de promoción y por ende de atención.
El tiempo pasó y nunca me desempeñe verdaderamente en desarrollar mi redacción, siento que puedo escribir y escribir cosas a partir de una idea básica sin problema alguno, aunque a veces me pierda en el camino, y tenga que retomar el rumbo leyendo lo que hasta ese momento he escrito. Cuando escribo no puedo estar haciendo mas nada, cada 'coma' que coloco es toda una odisea, puesto que no se si está bien colocada o no. Al igual con los puntos, y demás signos que ayudan a un escrito a tomar forma y sentido.Apenas he leído no mas de 10 libros en toda mi vida, no se sobré literatura, gramática, ni mucho menos. Se muy poco en comparación a lo que se debe saber, pero recientemente, como otras pocas veces en el pasado, me han vuelto a elogiar humildemente la forma de plasmar mi letra, en este caso, aquí en mi blog Monstruos y Café. De alguna manera, eso que me dijeron me inspiró para no dejar al abandono esta web creada en un principio por un adolescente nostálgico, y que ahora tiene mas contenido que nunca. Aunque no lo veo posible, me gustaría llegar a crear vida al escribir cuentos e historias completamente de mi mente, digo que no lo veo posible porque construir semejantes universos conlleva gran concentración y dedicación, sin dejar atrás el adquirir conocimiento sobre la redacción, pero veremos...
Espero que quien sea que haya leído esto lo haya disfrutado tanto como yo lo hice al escribirlo. Esto fue un poco de mi, para alimentar la emoción o desilusión de leerme.